LA CHICOTE DE LAS PYMES

Desde que comencé mi aventura empresarial hace ya más de 6 años, mi principal foco ha sido la de ayudar a las pymes a superarse y a crecer en eficiencia y en competitividad.

Siempre he creído firmemente en que mi misión era esa, sin embargo, muchas veces me ha ocurrido que cuando me han preguntado “a qué te dedicas”, me ha costado expresar de forma concisa todo lo que entraña mi labor y exactamente en qué consiste mi trabajo. Esto se debe a que la consultoría que yo realizo no es un asesoramiento al uso, centrado en resolver únicamente una necesidad concreta del negocio, sino que va mucho más allá y abarca un concepto mucho más amplio y etéreo que como es el estratégico.

Esta mañana en una de las empresas que tengo el privilegio de mentorizar una de las socias me ha dicho lo que represento para ellos. Y es que “cada vez que vienes es como si Chicote se adentrara en la cocina a poner orden y remover la dinámica de trabajo”.

Tengo que decir que me ha hecho mucha gracia porque no me lo esperaba y me ha encantado por la sinceridad y el cariño con el que lo ha expresado.

Además, me alegro de que lo vean así porque eso significa que se lo toman en serio y valoran mis aportaciones. Fundamentalmente lo que hacemos es establecer juntos una hoja de ruta que les sirva de guía para no dispersarse y tener claras las personas responsables de cada acción, los recursos necesarios, los plazos, y cuales los objetivos que se persiguen. 

Mi misión es observar, escuchar y sugerir propuestas de mejora para impulsar sus modelos de negocio hacia delante y adaptarse a los cambios constantes del entorno. Yo les apoyo y les oriento, pero sin duda el esfuerzo más grande lo hacen ellos.

Cuando las empresas están arrancando, la lucha se centra fundamentalmente en la captación de clientes y en la generación de marca y prestigio en el mercado.

Más adelante, cuando la empresa está más consolidada y ha crecido en facturación y en estructura, la batalla suele estar más centrada en la gestión interna de los recursos de la manera más eficiente posible sin olvidar la constante necesidad de innovar para ofrecer un mayor valor añadido a los clientes.

Muchas veces me encuentro en la tesitura de identificar un proceso de declive empresarial que se debe contrarrestar lo más urgentemente posible con medidas de acción y con un fuerte seguimiento.

A lo largo de estos años he visitado y conocido multitud de empresas, y he aprendido muchísimo de todas ellas por lo cual estoy inmensamente agradecida. Por ello, hoy más que nunca me alegro de tener un nombre con el que definirme y ser la “Chicote de las Pymes

 

 

 

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