EL CAMINO DE UNA START UP

El camino de una Start Up no es fácil y por eso, qué mejor imagen que una gran montaña para representar a lo que nos enfrentamos los que participamos en una de ellas. Nuestros proyectos, al igual que las grandes cumbres tienen potencial para ser escalados, siempre y cuando pongamos a disposición del equipo todos los recursos, el talento y energía de que disponemos para alcanzar la cima.


Las cualidades idóneas que deben sumar los miembros de la expedición son:
·Valentía y respeto por la montaña.

·Juego limpio y deportividad.

·Perseverancia y espíritu de sacrificio.

·Generosidad.

·Buena forma física y mental.

·Creatividad para superar los obstáculos que nos encontramos por el camino.

·Ambición.

·Y por encima de todo, capacidad para aprender de la experiencia y disfrutar del camino recorrido.

Porque siguiendo con el símil, no todas las expediciones llegan a la cumbre.
A veces, las condiciones meteorológicas aconsejan darse la vuelta, otras veces uno de los compañeros sufre una caída inesperada y hay que acompañarle al campamento base, y otras veces lo más recomendable es cambiar la ruta porque el camino emprendido es demasiado arriesgado y hay que buscar otra forma de alcanzar la cima, quizá de una manera más lenta pero segura…
Y es por eso es muy importante ser capaz de saborear todo lo bueno que la experiencia nos aporta, la sensación de sentirnos en comunión con la naturaleza, esa puesta de sol con unas vistas increíbles, esa ardilla que se cruza en nuestro camino y se nos queda mirando, las historias de miedo que nos cuenta un compañero por la noche a la luz de la fogata, en fin todo aquello que te hace desear volver a intentarlo desde el momento en que das por concluido el reto.


Pero lo que es vital es tener los pies en la tierra para perseguir metas realistas, planificando adecuadamente la ruta a seguir y contando con el consejo de expedicionarios que hayan recorrido el camino previamente y que nos pueden ahorrar mucho tiempo y recursos si nos dejamos guiar. Y por supuesto, también buscar el apoyo de grandes patrocinadores cuyos valores y objetivos estén alineados con los nuestros…


Por todo ello, creo que las posibilidades de cumplir con nuestro sueño de alcanzar la cima dependen hoy más que nunca de la cooperación entre montañeros y alpinistas de alto nivel. La cima del Everest fue durante muchos años algo inalcanzable, pero a día de hoy es ya asequible para muchos gracias a los grandes equipos que se han ido formando y que con su experiencia en la montaña son capaces de asumir con garantías dicho reto. La clave está en ser generosos con nuestras ideas y estar abiertos a escuchar a otros expedicionarios y equipos de soporte que están deseando ayudar. Humildad y transferencia del conocimiento. Claves del éxito en la montaña.

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